APRENDER A REÍRSE DE UNO MISMO COMO HERRAMIENTA DE RESILIENCIA

La pandemia hizo visible lo que ya sabíamos pero no queríamos atender. En los últimos dos años en la pandemia se incremento solo en México de un 15% a un 50% los síntomas de ansiedad y de un 3% a un 28% casos de depresión¨*.

Las personas definitivamente hemos estado bajo un nivel de estrés superlativo y fuera de lo común que al no saber como manejarlo termina convirtiéndose en casos de salud mental mas severos como crisis de ansiedad y depresión entre otros.

En Chufani Wellness como parte de nuestras enseñanzas promovemos el aprender a reírse de los momentos difíciles como una herramienta de resiliencia y supervivencia.

Aprender a reírse de uno mismo es el camino más sencillo hacia la paz interior. También hacia la resiliencia y la bondad. No es tan fácil como parece, ni se trata de una capacidad que nazca de la noche a la mañana. Pero…siempre vale la pena intentar desarrollar esta habilidad que sabemos no es fácil como todo cambio de habito que toma su tiempo y su esfuerzo.

Para aprender a reírse de uno mismo es necesario haber alcanzado un buen nivel de autoconocimiento. Pero sobre todo, un elevado grado de autoaceptación. Si se tiene la fortuna de haber crecido en un ambiente que facilitaba esas capacidades, maravilloso. Si no, es necesario realizar un trabajo diario para adquirirlas o acrecentarlas.

Vivimos en una sociedad en donde todos juzgan a todos. Y lo hacen, muchas veces, sin ningún tacto. Esto es fruto de la inseguridad colectiva. Sin embargo, a una buena cantidad de personas les asustan esos juicios. Aprender a reírse de uno mismo es una vía para independizarse de la opinión de los demás.

¿Cómo lograrlo? Aquí hay algunas claves:

1.-Compagina el ser y el querer ser

Una cosa es lo que somos y otra lo que quisiéramos ser. Parece algo muy claro, pero a veces no lo es tanto. Con frecuencia, confundimos ambos aspectos. Esto sucede especialmente si nos han inculcado un “deber ser” muy rígido, razón por la cual no distinguimos entre la realidad y las expectativas que nos formamos. Cuando esto ocurre es como si siempre estuviéramos en deuda.

Ese “querer ser” y “deber ser” nos impide apreciar y valorar lo que somos. Por ejemplo, somos de estatura baja, pero hemos escuchado tantas burlas o mensajes en contra de los bajitos, que al final despreciamos esa característica nuestra.

2.-Desarrolla la inteligencia egoísta

Cuando se tiene un sentimiento de orgullo personal muy alto, resulta muy difícil aprender a reírse de uno mismo. En esos casos, hay un deseo de ser el mejor, el más bonito, el más inteligente… Como se trata de un deseo imposible, lo que prima es la frustración.  Este aferramiento a una imagen idealizada de nosotros mismos impide muchas veces que nos riamos de nosotros mismos. Aquellos con un Ego desmesurado, suelen tener una alta frustración a las bromas.

En cambio, al analizar las situaciones de forma egoísta, nos aceptamos como personas incompletas, que deben ante todo, ser fieles a sí mismas. Y resulta más fácil reírnos de nuestros errores o de nuestras fallas, sin tomar en cuenta si quedamos bien o mal con otros. Claro está que hablamos del egoísmo sano.

3. Juzgarse con bondad

A veces somos unos jueces implacables de nosotros mismos. Nos evaluamos con toda la severidad. No aceptamos nuestros errores, nos castigamos, y muchas veces terminamos exigiéndonos más de lo que podemos dar.

Para aprender a reírse de uno mismo es necesario que antes aprendamos a mirarnos con benevolencia. Esto supone entender que somos seres falibles, incompletos y en proceso de crecimiento constante. El hacer, decir o pensar erróneamente no es un pecado, sino una debilidad que nos hace más humanos y una oportunidad para mejorar y seguir creciendo.

“No te tomes la vida demasiado en serio. No saldrás de ella con vida”.

-Elbert Hubbard-

Sofia Chufani

Bibliografía:

*INEGI 2021. https://www.inegi.org.mx/temas/salud/

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