- febrero 16, 2022
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¿Qué tan claro se vive en tu trabajo el propósito o misión?
La respuesta de esta pregunta, determinará el futuro de tu organización.
En el pasado, ser parte de una organización con responsabilidad social corporativa era raro de escuchar y eran pocas las que brillaban por hacerlo muy bien. Ahora, los cambios responsables y las promesas admirables son insuficientes: las personas exigimos que donde sea que demos nuestro tiempo y talentos sean empresas que a través de su modelo de negocio se mejore al mundo.
Este cambio radical y exponencial en las expectativas sociales exige una respuesta igual de fuerte por parte de los líderes. Ser responsable ya no es un lujo, es una necesidad global. Los líderes deben repensar para qué existe su organización y hacer del propósito el núcleo de su estrategia de crecimiento.
Los líderes son cada vez más conscientes de la necesidad de adoptar un enfoque empresarial “neto positivo”. En un artículo innovador y visionario publicado por Harvard Business Review, Paul Polman y Andrew Winston describen una empresa netamente positiva como aquella que “mejora el bienestar de todas las personas a las que impacta y en todas las escalas: cada producto, cada operación, cada región y país, y para todos los interesados, incluidos los empleados, los proveedores, las comunidades, los clientes e incluso las generaciones futuras y el planeta mismo “.
Existe la creencias de algunos líderes de que sus empresas están totalmente alineadas a un propósito y que éste es aceptado y claro para sus empleados. Pero aquí hay algunos datos de Gallup que sugieren lo contrario:
Solo el 27% de los empleados está totalmente de acuerdo en que su organización siempre cumple las promesas de venta que hace a los clientes.
Menos de la mitad de los clientes B2B (46%) creen firmemente que las empresas con las que hacen negocios siempre cumplen sus promesas de venta.
Solo cuatro de cada 10 empleados están totalmente de acuerdo en que la misión o el propósito de su organización les hace sentir que su trabajo es importante.
Esto tiene consecuencias…ya que si un empleado no siente que sus líderes son coherentes con lo que se promueve, terminarán con niveles bajos de compromiso, criticas públicas, alto nivel de renuncias, huelgas, etc.
No basta con decir palabras motivantes, hay que hacer las cosas correctas: las organizaciones deben ser buenas, con un modelo de negocio que mejore el mundo.
Para crear confianza en su organización, necesita una cultura impulsada por un propósito. Que el comportamiento de todos los empleados esté totalmente alineado a la promesa de la empresa.
¿Qué tan impulsada por un propósito está tu cultura empresarial?
Las siguientes afirmaciones (según estudios de Gallup) pueden orientarte en que tan buen camino lleva tu organización al respecto:
El propósito de nuestra empresa hace que todos los empleados sientan que su trabajo es importante.
Nuestros empleados creen que el liderazgo está totalmente alineado con las prioridades de la marca y la cultura.
Nuestros clientes y empleados usarían las mismas palabras para describir quiénes somos.
Nuestros empleados comprenden lo que nos diferencia de nuestros competidores.
Los clientes nos conocen por lo que queremos ser conocidos.
Nuestros empleados son responsables de vivir nuestro propósito y nuestros valores.
Nuestro propósito y cultura atraen a los mejores talentos de la industria.
Nuestro propósito y valores son insumos prioritarios en la toma de decisiones de cada líder.
La comunicación del liderazgo se centra constantemente en el propósito y los valores.
Las medidas de propósito, marca y cultura se incorporan en los cuadros de mando del desempeño.
Básicamente si tu cultura con propósito es clara y está permeada a todos los niveles, es una empresa rentable y exitosa y mayor es el impacto que tiene en el bienestar colectivo.
Es decir, una cultura impulsada por un propósito predica con el ejemplo, demostrando a los clientes, empleados, proveedores y comunidades que usted es quien dice ser. Obtiene credibilidad de marca y lealtad de las partes interesadas.
¿Cómo lograr una alineación de propósito en la empresa?
Por mucho la solución primaria es tener al Presidente de la compañía y los CEO o Directores Generales alineados. Generando congruencia entre la marca y la cultura, unificando lo que promete hacer con lo que realmente hace.
EL presidente puede apoyar a RH a inspirar a los empleados a defender su propósito incluyendo métricas que apoyen el comportamiento alineado a este. De tal manera que los gerentes puedan conectar las contribuciones únicas de las personas con la misión.
No hay como no ganar en la adopción de esta manera de operar un pequeño negocio o una multinacional.
No importa cuántos empleados haya en tu organización si tienes un propósito claro, con valores que lo soporten, crecerás la confianza en tu marca y por lo tanto será más exitoso.